Las buenas Prácticas de…

Buenas Prácticas, ¿Qué son?

En los procesos de certificación, de estandarización, de implementación de sistemas de gestión, e incluso de mejora continua hay una constante Las Buenas Prácticas. Se trata de experiencias que se guían por principios, lineamientos y actividades relacionadas que se adecúan a parámetros consensuados y concentran la experiencia de un resultado positivo que puede ser replicado en diferentes contextos, demostrando su eficacia y utilidad. 

Existen diferentes organismos que documentan, evalúan y divulgan buenas prácticas, en relación con su experiencia y en un determinado contexto, por ejemplo, la OPS incluso cuenta con un portal donde concentran las buenas prácticas en salud pública, la OCDE y la OMS hacen también publicaciones relacionadas con de Buenas Prácticas en sus diferentes grupos de trabajo.

Las Buenas Prácticas pueden estar textualmente descritas en un documento guía o encontrarse intrínsecamente relacionadas con estándares que tienen el objetivo de que las autoridades locales, los entes gestores, los profesionales relacionados, las partes interesadas e incluso la población en general puedan aprender de las Buenas Prácticas, su cumplimiento en general no es obligatorio, pero es altamente recomendado en función de mejorar el resultado de los procesos y con ello el cumplimiento de estándares regionales e internacionales que propicien ventajas competitivas.

Las buenas prácticas en acción

En función de la actividad de la organización a la que pertenezcas, las buenas prácticas pueden ser obligatorias, para aquellas organizaciones que requieren un certificado de verificación de cumplimiento de una NOM en particular para ejecutar parte o la totalidad de sus actividades, u optativas de acuerdo con el compromiso de la organización en función del cumplimiento de sus propios objetivos.

Conforme a lo establecido por la COFEPRIS, en México las buenas prácticas son un requisito normativo para establecimientos que elaboran productos químicos, farmacéuticos, biológicos, aditivos o alimenticios para el uso o consumo animal. 

Con un enfoque de estándares ISO, que no son obligatorios para la operación de las organizaciones, la implementación no es otra cosa que las buenas prácticas en acción, ya sea que se aplique en un sistema de gestión de calidad (9001), o de la seguridad de la información (27000), de inocuidad alimentaria (22000), o en seguridad y salud en el trabajo (45000), etc., las buenas prácticas se han adoptado como paradigma en los procesos relacionados para mitigar los riesgos de contaminación del producto y asegurar la calidad del mismo, con un elemento diferenciador, en cada estándar tienen diferentes nombres.

Elementos clave de las buenas prácticas

Existen elementos básicos para el cumplimiento de las buenas prácticas y que pueden aplicarse de manera formal (como dice la norma), o incluso a manera de control y mejora con seguimiento interno en función de nuestros recursos, en general se consideran estos elementos:

• Buenas Prácticas de Manufactura o fabricación (BPM/F): Relacionadas con el proceso de fabricación y enfocadas a la estandarización de los procesos para mitigar riesgos relacionados con los mismos.
• Buenas Prácticas de Documentación (BPD). Asociadas a la información documentada, tienen el objetivo de asegurar la trazabilidad y consideran principios básicos de ejecución.
• Buenas Prácticas de Higiene (BPH): Tienen el objetivo de establecer los lineamientos de pulcritud, limpieza y/o profilaxis necesarios para evitar la contaminación del producto, están muy relacionadas con la inocuidad.
• Buenas Prácticas de Laboratorio (BPL): Establecen directrices para asegurar la calidad e integridad de los análisis realizados en el laboratorio, que los resultados obtenidos son trazables y por tanto, que la calidad del producto ha sido evaluada.
• Buenas Prácticas de Almacenamiento y Distribución (BPAD): Enfocadas en mantener la calidad del producto a lo largo de toda la cadena de suministro desde el sitio de fabricación hasta la entrega al cliente.
• Buenas prácticas de gestión de proyectos: Buscan minimizar errores, facilitar el uso de recursos y asegurar el cumplimiento de los acuerdos establecidos.
• Buenas prácticas de gestión pública: Generadas por instituciones y organismos de gobierno, acorde con el cumplimiento de leyes locales e internacionales para asegurar su cumplimiento y la estandarización de los servicios.
• Buenas Prácticas laborales: Dirigidas a salvaguardar los derechos de los trabajadores, la equidad y el trato justo.

Existe una larga lista de Buenas Prácticas aplicables de acuerdo con los procesos y la actividad que se realice en tu organización, mantenimiento, ingeniería, desarrollo, investigación, ensayos clínicos, etc., todas ellas enfocadas en la estandarización y la mejora continua. Es muy probable que ya se encuentren documentadas como parte de tus procedimientos o manuales de operación y podrás ver su influencia en documentos maestros cómo el manual de calidad; incluido en políticas y reglamentos divulgados en la organización.

Buenas prácticas adecuadas al proceso

Pero ¿Cómo identificamos nuestras buenas prácticas? Comienza por conocer el marco normativo aplicable a tu producto y los objetivos estratégicos de tu organización en cuanto a certificación. ¡No olvides conocer los requerimientos de las partes interesadas! En estos puedes encontrar una pista muy valiosa para implementar tus buenas prácticas, que no solo te ayudará a mejorar tus procesos sino también como ventaja competitiva en el mercado.

Es importante mencionar que las buenas prácticas no se aplican únicamente a organizaciones que fabrican productos, sino también a aquellas que se dedican a la prestación de servicios, con beneficios igual de importantes. Un profundo conocimiento de tu proceso y el acompañamiento de expertos en la identificación de las buenas prácticas, te permitirán asegurar el cumplimiento de tus objetivos así como para dar el siguiente paso ¡Las mejores prácticas! 

¿Estás interesado en otro tema relacionado con buenas prácticas? 

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Te deseamos un excelente día, nos leemos en una siguiente entrega del Brunch de Gestión.

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Luis Contreras y Patricia Lucio

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