Pequeñas victorias, grandes cambios.

Cinco minutos bien invertidos.

“La mejora continua no necesita fuegos artificiales. Solo necesita consistencia y valor para incomodar lo habitual.”

En el imaginario popular, innovar suena a algo reservado para grandes corporativos con salas de diseño futurista, presupuestos de seis ceros y Chief Innovation Officers con sneakers de diseñador. Pero vamos a decirlo como es: la mayoría de las empresas no tienen ni el presupuesto, ni el tiempo, ni la tolerancia al caos para una transformación disruptiva. Y eso está bien.

Si estás en una pyme, en una empresa tradicional o lideras un equipo que apenas tiene tiempo para respirar entre tareas, te tengo una buena noticia: sí puedes innovar. Solo que lo harás en pequeño, con precisión y constancia. Eso se llama: microinnovación.


¿Qué diablos es una microinnovación?

Una microinnovación es una mejora enfocada, localizada, de bajo costo y bajo riesgo, que tiene como objetivo hacer más fácil, más rápido o más claro algo que se hace todos los días.
No requiere una estrategia de innovación disruptiva, ni licencias de software caras. Requiere otra cosa: una mirada crítica sobre lo cotidiano.

No estamos hablando de reinventar procesos enteros, sino de ajustar detalles que, en conjunto, generan mejoras sustanciales. Como una orquesta que suena mejor no por un nuevo director, sino porque cada músico afina su instrumento.

Ajustar pequeños detalles que, en conjunto, generan mejoras sustanciales.

¿Por qué funcionan (y cómo pueden cambiar culturas)?

Porque son cambios posibles.
Porque no necesitan la bendición del consejo de administración.
Porque involucran a las personas que viven el problema.
Y porque demuestran que sí se puede mejorar sin tener que destruir todo lo anterior.

Las microinnovaciones son una poderosa herramienta cultural. Envían el mensaje de que la mejora está en manos de todos, que cada persona puede proponer y que el cambio no viene solo de “los de arriba”. En ambientes donde el cinismo ha reemplazado a la esperanza, este tipo de mejoras reactivan el sentido de pertenencia.


Hablemos de ideas piloto en lugar de proyectos estratégicos.

¿Cómo se aplican? (Con sentido común, no con un manual de 200 páginas)

Te propongo un esquema simple en 5 pasos. Nada de metodologías rimbombantes:

  1. Escucha las fricciones.
    Pregunta: ¿Qué es lo más innecesario, repetitivo o frustrante de tu trabajo?
    Si algo molesta tres veces a la semana, probablemente merece ser rediseñado.
  2. Prototipa en corto.
    No lo lleves a comité. Prueba un pequeño cambio por una semana. Mide si ayuda.
  3. Cambia el lenguaje.
    Deja de hablar de “proyectos estratégicos” y empieza a hablar de “ideas piloto”. Suena más ligero, más viable, menos burocrático.
  4. Involucra a quienes hacen.
    Las mejores ideas no vienen de quien coordina el Excel, sino de quien vive el proceso con las manos.
  5. Celebra lo pequeño.
    No esperes resultados épicos. Una hora ahorrada, un error menos, un cliente más satisfecho… eso ya es ganancia.


Casos reales y cero glamur (pero 100% efectividad)

  • Una agencia de diseño que eliminó la reunión de lunes y la cambió por un mensaje de voz en Slack. Recuperaron 3 horas de trabajo a la semana.
  • Un despacho legal que usaba Excel para control interno y lo cambió por Google Sheets con comentarios en tiempo real. Redujeron correos internos en un 40%.
  • Una empresa de capacitación (sí, pequeña) que integró una plantilla automática para propuestas. Aceleró su ciclo comercial en 2 días.

¿Van a salir en la portada de Fast Company? No.
¿Tienen impacto real y sostenido? Totalmente.


El verdadero ROI de las microinnovaciones

  • Tiempo liberado
  • Confianza restaurada
  • Participación activa
  • Mejor clima laboral
  • Clientes mejor atendidos

No necesitas un unicornio para mejorar.
Necesitas dejar de tolerar lo ineficiente, y tener el coraje de hacer algo, aunque sea pequeño.


Reflexión final

  1. ¿Cuál es una práctica absurda que sigues haciendo solo porque “así se ha hecho siempre”?
  2. ¿Qué pequeño cambio podrías implementar esta semana sin pedir permiso a nadie?
  3. ¿Qué microinnovación viste en otra empresa que podrías adaptar a la tuya?

👀 Cuéntamelo en los comentarios, o si quieres más ideas, escríbeme. Estoy convencido de que la innovación no empieza con un keynote, sino con una conversación honesta.

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Nos leemos en la próxima entrega de Brunch de Gestión.
Porque a veces el cambio no es un salto… es una suma de pasos bien dados.


Para recordar esta semana:

«La complejidad es tu enemiga. Cualquier tonto puede hacer algo complicado. Lo difícil es hacer algo simple.»

Richard Branson

El excéntrico y aventurero fundador del Grupo Virgin nos invita a buscar la simplicidad en las operaciones y la generación de oportunidades de negocio.


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Cultura General

¿Qué es el método del caso y por qué es tan valioso?

El método del caso es una forma de aprender basada en el análisis de situaciones reales o simuladas que presentan un reto, un dilema o una decisión que alguien (una empresa, un líder, un equipo) tuvo que enfrentar. En lugar de memorizar teoría, los participantes se sumergen en una historia y deben pensar: ¿Qué haría yo en esta situación?

Este método se usa mucho en escuelas de negocios como Harvard, el IPADE o el IESE, porque replica la forma en que se toman decisiones en la vida real: con información incompleta, bajo presión y con varias alternativas válidas. No hay una única “respuesta correcta”, sino diferentes formas de abordar un problema con sus pros y contras.

¿Por qué es importante?
Porque desarrolla habilidades críticas que no se enseñan con una clase tradicional:

  • Pensamiento estratégico
  • Toma de decisiones bajo incertidumbre
  • Escucha activa y debate respetuoso
  • Capacidad para argumentar y convencer

Además, obliga a ver el problema desde distintos ángulos y aprender de la experiencia ajena. No es solo “leer un caso”, es ponerse en los zapatos de quien tuvo que decidir y vivir las consecuencias.

En resumen: el método del caso transforma al estudiante en protagonista, no en espectador. Es aprender haciendo, pensando y discutiendo. Y eso, en el mundo real, vale oro.

Te dejo el link a la tienda del Harvard Business Review para que consultes los Casos de estudio que están disponibles a la venta para tu estudio. ¡Hay varios de empresas mexicanas y a precios muy accesibles!


Presentado por:

PDM 4Cero acompaña a las organizaciones en levantamiento de planos o croquis del centro de trabajo por medio de la tecnología Lidar, creando gemelos digitales de las estructuras.


De parte de nuestro equipo

Te deseamos un excelente día, nos leemos en una siguiente entrega del Brunch de Gestión.

Recibe un gran abrazo.

Luis Contreras

Muchas gracias por tu atención y si consideras que este conocimiento es útil para otras personas, nos encantará que lo compartas con tu red, amigos o colegas y hasta clientes.

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